Hace décadas las bodegas familiares de nuestra tierra abrían despachos de vino en Madrid para vender sus vinos, aceites y quesos. Fue el caso de la familia Beamud de Campo de Criptana que abrió un despacho en la c/ Cardenal Cisneros en la primera década del siglo XX.
Años después, Cerveza Salvaje abrió su primer establecimiento en la c/ Jaime el Conquistador, 25 de Madrid.
Como fabricantes vendemos nuestras cervezas pero sobre todo llevamos nuestro amor por las cosas bien hechas, con humildad y trabajo, como tantos manchegos lo hicieron antes.